El Laboratorio de Zaragoza cumple un año, y para celebrarlo, por fin subo algunas imágenes del laboratorio. Tan bello, tan lejano. Un año ya de proceso creativo que va saliendo al mundo de a poquito, a ritmo de rumiante, como diría mi amiga Lucre.
A caballo entre la ciencia ficción y la asamblea, la residencia en Zaragoza fue cruce de caminos. Vinimos de todas partes, con muchas ganas y fue, probablemente, el laboratorio más complejo. Nos encontramos en la intensidad del no-saber. Y buscamos permanecer en la incertidumbre, acompañadas, de nos.otras y las marionetas de verdades. Tan distintas. Tan nuestras. Y con tantas ausencias.
Contamos con el apoyo financiero del Ayuntamiento de Zaragoza– y se nos subió la productividad a la cabeza: dos piezas de video experimental, una performance en vivo, un fanzine, unas jornadas y una pieza de video-performance a camino entre la documentación y el video-arte. Así pues, los videos irán viniendo, de a poquito.
Y por encima de todo, contamos con una red transfeminista maravillosa que nos acogió, nos guió, nos conectó con los espacios adecuados, nos abrió sus puertas, nos puso el sonido, nos ayudó con las luces, se vino a ver el experimento y nos sigue acompañando.
Seguimos. Gracias.
Gracias, Gracias, Gracias: Mélanie (Amor de Primas), Ana (Etopía, Centro de Arte y Tecnología), Lurdes (Towanda-Desmontando a la Pili) y Ce Quimera.